El nombre Ballinabranna procede del Irlandés “Baile na mBreathnach” que significa “Pueblo de los Walshes”.
La iglesia católica de St. Fintan (finalizada en 1830) en el centro del pueblo, es un claro ejemplo de un edificio de estilo agrícola, de inicios del Siglo XIX. En el cementerio, encontramos la lápida de la enfermera Margaret Kehoe, célebre por ser la primera víctima civil de levantamiento en 1916. Trabajó en South Dublin Union, uno de los edificios ocupados por los Voluntarios y por la “Citizen Army” (armada ciudadana) en el Levantamiento de 1916, siendo asesinada mientras atendía a uno de los voluntarios.
También está enterrado en el cementerio John Conwill, maestro de un joven John Tyndall. A la izquierda de la iglesia de St. Fintan, encontramos la pequeña escuela a la que asistió el famoso científico John Tyndall en 1830.
Renombrado físico, Tyndall inventó el Tubo de Luz y sus ensayos en 1860 descubrieron lo que ahora conocemos como efecto invernadero.
Fue el primero en explicar por qué el cielo es azul y otros muchos fenómenos científicos llevan su nombre como el Efecto Tyndall, la Tindalización y la dispersión Tyndall.
Al norte del pueblo, en Clogrennan, una cierta atmosfera medieval permanece en la iglesia Cloydagh y su cementerio.
Clogrennan ha sido durante siglos una importante cantera de piedra caliza y de producción de cal. Podemos observar un precioso ejemplo de una temprana instalación de producción de cal, con sus cinco hornos que datan de 1816, en las proximidades del sendero “Clogrennan Looped Walk”.
En la actualidad, Clogrennan Lime elabora productos para su uso en agricultura, construcción e industrias farmacéuticas y medioambientales.
El bosque Clogrennane contiene un sendero circular de 3,5 km de longitud. El paseo por la ruta forestal nos ofrece unas magníficas vistas del pueblo de Carlow y del río Barrow. La zona es un bosque antiguo y su tejido forestal ha estado presente desde 1800. La antigua bomba de agua en el muro de Keating’s Cross era el principal suministro de agua para las gentes de Ballinabranna durante más de 100 años.
Hacia el sur, en Milford, a cinco minutos caminando, podemos encontrar los restos de lo que en el Siglo XIX fue una próspera industria de la molienda de harina. Fundada por la familia Alexander en 1790, los molinos rápidamente se convirtieron en los mayores de Irlanda. En 1891, ya se generaba electricidad en Milford, haciendo de Carlow el primer pueblo de interior tanto en Irlanda como en Reino Unido en disponer de corriente eléctrica. El más grande de los edificios se usaba como curtiduría, y empleaba a noventa personas, antes de que fuera destruido por un incendio en 1965. En la actualidad, la estación eléctrica todavía contribuye a la red eléctrica nacional, “National Grid”. El idílico paisaje ofrece una zona boscosa que es refugio de nutrias, garzas y el martín pescador, entre otra fauna.